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El Juli: "En los jóvenes está el futuro del toreo y, por tanto, les necesitamos dentro, hay que ayudarles a que vengan”

Si existiera un diccionario de la Real Academia del Toreo y en él se buscara el significado de la expresión “figurón del toreo”, diría “Julián López El Juli”. Por su dimensión dentro de la plaza, pero también por su compromiso fuera de ella. El Juli es el Gallito del siglo XXI. Por lo inmensa de su Tauromaquia, por sus aportaciones a cuanto ésta tiene de ciencia, por su mente preclara, por lo ejemplar de su trayectoria jalonada siempre por un inconformismo sólo reservado a quienes no ponen límites a los sueños, tan largos y hondos éstos como sus muletazos de cintura partida mientras se pregunta hasta dónde puede durar la embestida de un toro bravo… Esa misma capacidad para mirar más allá del horizonte que muestra en su manera de preocuparse y aportar cosas al futuro del toreo. Como va a hacer en Colombinas, facilitando la entrada de jóvenes a los toros. Justo lo que más falta hace en el momento en que hace más falta. Lo que toda la vida se ha llamado predicar en el ejemplo… Como ante el toro, también aquí su actitud es de muleta puesta y el pecho por delante. Han intentado derrotarle, pero es imposible. Dentro y fuera de la plaza, le asiste la razón y el honor de quien se gana una y otro siendo tan de verdad. Ya lo dice el diccionario de la Real Academia del Toreo: “Julián López El Juli, figurón del toreo”.

 

 

En una feria llena de gestos y de apuestas, para gesto y apuesta la tuya por los jóvenes aficionados ayudando para que puedan ir a los toros…

Bueno, es una iniciativa en la que tengo puesta mucha ilusión, que puede ser muy positiva.  Los jóvenes son el futuro de todo en la vida y, por tanto, también del toreo. Ellos son los que hacen falta, que se involucren, que estén, que conozcan este arte y que lo aprecien y para eso hay que ayudarles a ir.

 

Porque tú ya has comprobado que entre los jóvenes sí hay afición a los toros, ¿verdad?

Sí que hay y el futuro, insisto, está en ellos. Lo que pasa es que, tradicionalmente, el mundo del toro ha sido poco accesible, por eso hay que revolucionar esto y hacer cada vez más cosas para que el toreo este más presente en los jóvenes, que tengan acceso a él y puedan conocerlo en toda su extensión.

 

¿Los últimos acontecimientos nos han abierto los ojos de lo mucho que hay por hacer?

Sin duda. Quien crea que las cosas se están haciendo bien se equivoca. El del toro es un mundo mágico, lo que pasa en el ruedo es increíble, pero también lo que sucede a su alrededor y eso hay que trasladárselo a los jóvenes. Estamos obligados a adaptarnos a los nuevos tiempos, a lo que demanda la sociedad actualmente, a integrarnos en ella y que ella nos sienta y nos vea como una parte más. Ése es el reto que tenemos planteado y en ello va buena parte de nuestra pervivencia. 

 

¿Entiendes que es una labor, no sólo de difusión y de promoción, sino también de explicación y de educación? ¿Hay muchos gratuitos prejuicios en torno a la Tauromaquia pululando por ahí?

Sí, absolutamente. Hay una gran falta de información en torno al toreo, no se le conoce bien, como de verdad es, sino sólo una parte, no lo que hay detrás. Más allá de lo que sucede en la plaza, la Tauromaquia involucra a mucha gente, genera y sostiene muchos puestos de trabajo, supone un importante motor económico, proporciona una protección única del medio ambiente a través de las dehesas y, en general, es un mundo que es magia y es cultura, y que es arte y pasión…, Pero nos hemos anclado y nos cuesta mucho transmitirlo. Hay que darle la vuelta a la situación, a esta dinámica y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la sociedad y, sobre todo, la juventud tenga la perspectiva real de lo que somos.

 

Pero, ¿son conscientes los profesionales taurinos de lo mucho que hay en juego?

Creo que sí, que todos somos conscientes de que hay que cambiar las cosas, pero falta el empujón final para que, de una vez por todas, consigamos ir juntos en un mismo sentido. Cada uno tiene que aportar lo que pueda y lo que esté a su alcance. Hay que apostar por el futuro común del toreo, que, al fin y al cabo, es el futuro de todos. Y eso pasa por que cada vez vaya más gente a los toros.

 

¿Espera que su ejemplo en Colombinas cunda y otros compañeros sigan la iniciativa?

Es lo que hace falta. Por mi parte, yo estoy dispuesto a trabajar para aportar mi grano de arena porque tengo fe en que podemos cambiar las cosas de cómo están ahora y en que cualquier iniciativa de apoyo que se tome sea positiva para la Fiesta. Tengo mucha ilusión por hacer lo que esté en mi mano, aunque los frutos sean a largo plazo y yo ya nos los recoja directamente, pero mi empeño es que el bien sea para el común del toreo y para su futuro.

 

Maestro, déjanos preguntarte por esta temporada tan especial para lo bueno y para lo malo en tantas cosas: ¿está consiguiendo especialmente este año aquello que quería cuando un día decidió cambiar de rumbo y explorar en el torero que llevaba dentro?

Soy el torero que siempre he querido ser y eso es una gran satisfacción personal. Año tras año evoluciono y cada día me siento más a gusto con lo que soy y con lo que expreso. Sí, me encuentro en mi mejor momento y he llegado a donde quería.

 

¿En qué es todavía mejor torero El Juli este año con respecto al pasado?

No sólo El Juli, sino que el toreo es mejor cada año. La evolución es constante y el nivel, que ya es alto, se va superando cada temporada. A partir de ahí, los toreros estamos obligados a evolucionar, hay que adaptarse y mantener la exigencia más alta para no perder el tren. En este sentido, siempre me ha preocupado ir haciendo cosas por delante de las que se hacían en cada momento. Y creo que lo he conseguido. Ésta ha sido mi gran batalla: tratar de aportar cada vez más cosas para que el toreo evolucione.

 

¿Ha tocado techo ya? Te lo preguntamos de otra manera, Julián, ¿se puede torear mejor de lo que lo hiciste en Jerez?

Siempre se puede torear mejor porque, como digo, el toreo avanza y te exige que tú lo hagas con él. En Jerez lo que pasó es que fui feliz y me rompí, surgió la entrega y el sentimiento al máximo, me abandoné y disfruté muchísimo toreando muy para mí. Cuando alcanzas ese punto, el público lo capta y se mete en la faena contigo. Como en Jerez…

 

¿Qué te dice la feria de Huelva?

Es muy especial, tengo con ella un feeling que me gusta. He llegado a disfrutar mucho toreando en su plaza. Al principio me costó un poco, pero todo cambió a partir de aquel toro de Cuvillo de hace unos años. Desde entonces, todo rueda mejor. Lamento mucho que José Mari (Manzanares) no pueda estar finalmente porque el cartel era precioso. Pero creo que la reacción de la empresa ha sido buena y se ha conseguido mantener todo su atractivo. Para mí, la tarde del 4 de agosto en Huelva es un gran aliciente. 

 

¿Se puede competir de verdad en la plaza con un compañero con el que mantiene tanta amistad?

¡Sí, sí, claro que sí!. Conozco a Alejandro (Talavante) desde hace mucho tiempo, dentro y fuera de la plaza y tenemos mucha amistad. Después, cuando llegamos a la plaza, cada uno saca lo mejor que tiene para expresarlo. Es un torero que me gusta mucho y al que admiro. Al final, en una tarde no se cambian demasiadas cosas en el toro, no se puede demostrar quién de los dos es mejor, pero sí es verdad que, por como está planteada, ésta de Colombinas tiene mucho que decir.

 

Julián, ¿qué papel juega el compromiso de Colombinas en el planteamiento de tu temporada?

Ha sido, es y será uno de los compromisos más especiales del año para mí. Después de todo lo que pasó al inicio de la temporada, me hace mucha ilusión que haya una empresa que plantee una feria como la de Huelva, que es el tipo de feria en el que yo creo. El futuro pasa por ferias así, cargada de atractivos, capaces de aportar matices diferentes al conjunto de la temporada, que generen tan alta expectación a todos los niveles. Me hace mucha ilusión estar este año en Huelva. 

 

Por último, maestro, los carteles que se han hecho en Huelva, la acogida de los toreros, la respuesta del público en taquilla, la expectación social y mediática que ya hay en torno a la feria, ¿confirma, a tu entender, que es obligatorio potenciar el carácter de acontecimiento que tiene el toreo?

Para mi gusto, sí. El toreo es muy grande como para masificarlo. Todos hemos caído alguna vez en ello, pero tenemos que redirigir las cosas para conseguir hacer de los toros un espectáculo cada vez mejor, cada vez más hermoso, más atractivo, más especial, más relevante, en definitiva, más grande. 

 

@toroslamerced
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