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El Cid: “Huelva tiene este año una feria de primera categoría”

 el Cid

 

Que se cruce Salteras y apenas se encuentre nadie por la calle explica lo lógico en estas fechas: hace mucho calor. Por eso llegar a La Montera sienta tan bien: es como un oasis en medio de tanto sofoco. Allí, en su casa, espera el guerrero. Espera que la temporada cambie el ritmo de su diapasón, que se parezca más a lo que siempre fue cuando llegaba julio, que las ferias del verano sean esa cadena a la que hasta ahora le han faltado algunos eslabones, que el encuentro con el toro sea más continuo. A lo que El Cid está acostumbrado, en definitiva, después de un buen ramillete de temporadas ganándose a diario su lugar en la élite del toreo. Delgado, sereno y relajado, la conversación fluye fácil con Manuel. Un tipo sencillo y sincero que, de transparente, parece que siempre llevara puesto el traje de torear… A El Cid le toca la responsabilidad de inaugurar la mejor feria de Colombinas de la historia.

 

¿Cómo va el año, Manuel?

Muy bien, estoy contento. Con el hándicap que siempre es que no haya pasado nada en las primeras grandes ferias. Pero está siendo la tónica general. Todo está costando más que de costumbre: que los toros embistan, que los toreros demos nuestro mejor nivel… Pero la temporada va a más y eso es lo bueno. Cuanto más avanza, más a gusto me estoy encontrando. Me siento al alza y toreando cada vez mejor, manteniendo siempre mi estilo. Cuajo cada vez más toros, tengo más poso. Me siento un poco más cerca del torero que quiero llegar a ser.

 

Hablemos de Huelva: una feria, una plaza y una tierra que no son ajenas para ti.

La verdad es que Huelva es especial para mí. Además de que tengo muchos amigos, es una tierra que la siento como mía. Paso mucho tiempo allí, en Punta Umbría y, hablando de la feria, es uno de esos sitios donde me gusta torear de verdad porque tiene una afición con la que me identifico mucho porque tiene una sensibilidad especial.

 

Y este año, por tratarse de la feria que es, ¿te apetecía más estar en Colombinas?

¡Sí, hombre, indudablemente! Desde que hice mi primer paseíllo en Huelva, aquel año en que fui triunfador con la corrida de Cuadri, creo que sólo he dejado de ir una vez. Se trata de una feria a la que tengo como un referente por los buenos recuerdos que me deja y porque está enclavada en un momento de la temporada que para los toreros es definitiva, a comienzos de agosto. Si cuajas toros allí, aparte de lo que disfrutas, sientes que las reservas de la moral y de la confianza se te cargan a tope para el grueso del año. Si encima la feria es tan buena como la de este año, uno siempre se alegra de estar en ella.

 

el Cid

 

¿Te ha sorprendido la feria de Colombinas que se ha conformado?

Huelva siempre se ha caracterizado por hacer muy buenos carteles. La de Colombinas consigue ser siempre una feria muy reunida, muy compacta. La labor de los empresarios es espléndida, han hecho un esfuerzo titánico y han montado una feria de las de mayor nivel del año. Yo creo sinceramente que Huelva este año tiene una feria de primera categoría.

 

¿Crees que hacía falta una apuesta así en un año tan difícil para todo, pero también para el toro?

Sin duda. Estamos pasando un año muy complicado en general y el público está necesitado de alicientes. Ahora tiene que primar la calidad por encima de la cantidad. Y todos lo sabemos, aunque no siempre se puede. Pero cuando hay una empresa como la de La Merced que hace el esfuerzo, el torero tiene verdadero interés por estar. Nadie quiere perdérselo.

 

Hablabas antes del buen momento personal en el que llegas a este punto de la temporada. ¿Qué te falta para llegar a ser, como decías antes, el torero al que aspiras?

No sé si lo lograré, ¿eh?, porque lo más bonito de todo es mantener siempre la ilusión de estar casi empezando, de tener retos que alcanzar pero sintiendo el poso y la seguridad que te da el paso del tiempo. La clave es tener siempre alta esa ilusión. Ha habido momentos, sobre todo a principio de temporada, cuando las cosas no te salen bien en las ferias importantes como Sevilla y Madrid, en que te entran ganas de tirarlo todo por la borda. Pero siempre está ese angelito aquí en el hombro que te dice “¡hombre, con el trabajo que te ha costado, ¿vas a tirar tantos años ahora por tres tardes malas…?” Entiendes entonces que lo que hay que intentar es superar esos momentos, aprender de lo bueno y de lo malo y sacar las conclusiones más ciertas que te permitan saber en qué hay que mejorar para explotar las virtudes que uno tiene.

 

Es El Cid un torero que necesita mucho del ánimo, ¿verdad?

Sí, totalmente. A lo mejor, aparentemente, doy la sensación de ser una persona muy cerebral, a la que no le afectan las críticas y los momentos malos, pero claro que me afectan, me afectan muchísimo. Lo que pasa es que trato de no exteriorizarlo porque tampoco se trata de eso. Yo lo guardo todo y, cuando llego a casa, es cuando suelto ese lastre que traigo encima. Es ahí donde encuentras el apoyo de tu familia, que es tan necesario porque es la gente que te conoce y que está a tu lado. Mi mujer, mis hijos, mis amigos, mi cuadrilla… ellos son lo que me cargan de nuevo el depósito de la gasolina.

 

el Cid


Cuando se han conseguido tantas cosas en el toreo como tú tienes, ¿el horizonte, el reto, la ilusión que te motive dónde está?

Mi reto es seguir mejorando porque estoy convencido de que el techo mío está todavía muy alto. Sé que tengo y que puedo dar muchísimo más de sí. Tengo cosas que mejorar y cosas que decir. Y eso es lo que me motiva para seguir. Creo que lo más importante de un torero es el margen que observas cuando intentas avanzar y lo consigues. Es lo que te ayuda a ponerte de nuevo el traje de torear, que no es nada fácil. Por eso entiendo cuando algunos compañeros cortan la temporada o se van y la gente no lo comprende… Por eso, porque algo ronda la mente del torero que, cuando tú decides irte, es porque sabes que ha llegado tu momento. Porque no tienes ilusión, porque el traje te pesa más de la cuenta, porque has perdido el feeling con el toro y con la gente… Entonces es mejor ser honesto con uno mismo, desconectar el interruptor y dejar que el tiempo pase. Como yo me encuentro justo en el momento contrario, estoy muy motivado por ser cada vez mejor torero

 

¿Qué te dice el cartel del 2 de agosto en Colombinas?

A mí me parece un cartel muy bonito porque es original, distinto y variado. Somos tres toreros completamente diferentes, la ganadería está más que contrastada y echa toros buenos… Yo entiendo que es una corrida muy de aficionados. Somos tres patrones de toreros muy distintos y eso garantiza variedad y, por tanto, interés. Se dan los ingredientes para que la gente se lo pase en grande.

 

Y la plaza llena…

¡Uf, eso es una maravilla! Esa plaza con el ambiente tan especial que tiene… Hay ocasiones en que los públicos en las plazas son los que incitan al torero a dar un paso más al frente y éste es el caso. Puede que el toro no se preste a lo mejor, pero el ambiente te anima a intentar cosas distintas. Como en Huelva. Recibes tanto calor y tanto cariño del público, que el torero se siente en la obligación de cortar las orejas y conseguir que la gente se divierta. ¡Además, es una feria que se me da muy bien!

 

Pues que así siga siendo el día 2, Manuel…

¡Ojalá, muchas gracias!

 

 

@toroslamerced
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