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Historia

Huelva contaba ya a finales del silgo XIX con otra plaza en el mismo emplazamiento de la actual: en las laderas del Cabezo del Conquero, a la salida de la ciudad hacia la cercana población de Gibraleón, en el barrio que llamaban de la Vega Larga. Era de madera, con capacidad para unos 6000 espectadores, dos plantas y un ruedo de 45 metros. Su vida apenas se extendió hasta 1898. Eran los años de la irrupción del primero de los Litri. La afición, encendida y numerosa, pedía a gritos un nuevo recinto, más acorde con la realidad taurina de la ciudad. Fue en noviembre de 1901 cuando se da inicio al proyecto tras una reunión de importantes empresarios onubenses en el Centro Comercial e Industrial. Se le encarga al arquitecto Trinidad Gallego Díaz, quien se inspiró en la antigua plaza de toros de Madrid, conocida como la de la carretera de Aragón.    

 

Se plantea una plaza de toros con capacidad para ocho mil espectadores (Huelva tenía entonces unos veinte mil habitantes) y su importe se calculó en 150.000 pesetas. Las obras comienzan en la primavera de 1902. Trabajaron de inicio 45 albañiles y 120 peones a un ritmo de colocación de entre ocho y diez mil ladrillos al día, lo que da muestra del interés con que se abordó el proyecto. De hecho, los hornos de la ciudad no daban abasto para tan alta demanda. La Plaza de Toros de Las Colonias, como así se le conoció por su emplazamiento a las puertas de ese barrio, prolongación del de La Merced, se inauguró el 5 de septiembre de 1902 con una corrida de toros que estoquearon Miguel Báez Quintero “Litri” y Machaquito ante reses del Marqués de Saltillo. El coso presentó el primer gran lleno de su historia, con presencia de multitud de aficionados venidos de otras provincias. La expectación inicial fue mayor que el lucimiento final. Hubo una segunda corrida al día siguiente con toros de Villamarta para el propio Litri, Machaquito también y Bonarillo.  

 

Pero el paso del tiempo hizo presa en la afición de Huelva, en el ambiente taurino de la capital y, como consecuencia, en la propia plaza de toros que quedó cerrada y abandonada a su suerte. Enclavada en un lugar privilegiado, el viejo coso de Las Colonias agonizaba lentamente mientras la ciudad crecía auspiciada por la industria química.

 

  

Muy lejos de ella, en los terrenos al antiguo recinto ferial, frente a la Ría de Huelva, se levantó la nueva Plaza de Toros Monumental, con capacidad para 14.000 espectadores e inaugurada el 2 de agosto de 1968.Compusieron el cartel Miguel Báez Espuny “Litri”, Ángel Teruel y Manuel Benítez “El Cordobés”, que se midieron a una corrida de la ganadería de Celestino Cuadri. Fue la de la Monumental una vida muy corta, ya que su último espectáculo fue el cómico-taurino “El Empastre”, el 5 de agosto de 1981. Se detectaron en ella graves daños estructurales que provocaron su cierre en 1982. Las Colombinas de ese año fueron en una plaza portátil instalada junto a la Monumental ya cerrada. En 1983 sólo hubo toros en otro portátil por las fiestas de la Hispanidad, no en Colombinas. Tras varios años cerrada y declarada en ruinas, la Plaza de Toros Monumental de Huelva fue derruida el 1 de junio de 1997.  

 

Pero antes que rendirse, la ciudad reaccionó por defender su histórica vinculación con la fiesta de los toros. Surgió entonces la figura de un empresario industrial onubense hasta entonces sin vínculos con el mundo taurino, José Luis Pereda García, quien propuso al ayuntamiento de la capital adquirir el edificio aún en pie pero abandonado de la antigua Plaza de La Merced (la de Las Colonias). El proceso fue difícil y se movió entre apasionados apoyos y encontradas críticas, pero, por  el bien de la ciudad y con la valentía del por entonces alcalde José Antonio Marín Rite, fructificó y las obras para la restauración de La Merced se emprendieron y llevaron a cabo en un tiempo récord de apenas nueve meses. Huelva dejó de tener un cadáver en pleno corazón de la ciudad para recuperar su plaza de toros de toda la vida, aquella que más y mejor enganchó siempre con el corazón taurino de los onubenses. Su reinauguración tuvo lugar el 29 de Julio de 1984 con Miguel Báez Espuny 'Litri' -que reaparecía para esta ocasión-, Curro Romero y Pepe Luis Vázquez en el cartel. Los toros lidiados estaban marcados con el hierro de Jandilla. Como su padre aquella plaza de principios de siglo y él mismo la Monumental, Litri estrenó la nueva Plaza de Toros La Merced frente al toro de nombre “Juanillo”.

 

 

Desde entonces, se ha convertido en uno de los cosos de referencia de toda Andalucía, caracterizada por un público apasionado del buen toreo, cálido con los toreros, generoso con el espectáculo, buen catador del componente indisoluble de fiesta que tiene la Tauromaquia. Desde su recuperación, La Merced ha sentido sobre su ruedo a lo mejor del toreo de los últimos treinta años y se ha vuelto a apasionar con la irrupción del último eslabón de la dinastía Litri por ahora, la continuidad de la saga Chamaco, con un torero tan suyo como Emilio Silvera y el nacimiento de nuevas y numerosas vocaciones toreras que han colmado las expectativas y las ilusiones de la afición de Huelva.

 

Entre ellos, los más recientes valores del toreo onubense han nacido y crecido durante el tiempo de gestión de la Plaza de Toros La Merced por parte de la empresa Espectáculos Taurinos La Merced, S.L., al frente de la cual están Carlos Pereda y Santiago Arroyo, y que la administra ininterrumpidamente desde 2010. Entre esos nuevos valores, el rejoneador más importante de la historia taurina de Huelva, Andrés Romero, el último matador de alternativa que, a día de hoy, tiene la provincia, David de Miranda, y los novilleros Alejandro Conquero y Emilio Silvera hijo. Todos ellos son fruto del trabajo de promoción de la base que Espectáculos Taurinos La Merced S.L. ha llevado a cabo, por ejemplo, con la recuperación de las novilladas con picadores en los carteles de la feria taurina de Colombinas después de varios años de ausencia, así como de novilladas sin picadores y clases prácticas en colaboración con la Escuela Taurina Sevilla Amate, de donde se han proyectado toreros hoy que tienen en sus manos el presente y el futuro de la Tauromaquia como Andrés Roca Rey y Pablo Aguado, triunfadores que fueron hace apenas unos años, por ejemplo, del Ciclo de Clases Prácticas a beneficion del Banco de Alimentos de Huelva que la empresa gestora de la Plaza de Toros de Huelva ha auspiciado durante su gestión en la última década. 

@toroslamerced
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